TENSION EN HOMBROS Y CUELLO?

 

Es muy común que tengamos tensión en el cuello y en esa parte de la espalda alta, u hombros. Acumulamos mucho peso emocional y nervioso allí.

A veces decidimos ir a darnos un masaje terapéutico. Eso es bueno. Ayuda mucho. Pero para eliminar esos nudos que tenemos en el cuello y su encuentro con la espalda, necesitamos muchos masajes. Además, si no hacemos otro trabajo paralelo, los nudos volverán a estar. Debemos desarrollar inteligencia en el movimiento.

¿Qué son los nudos que sentimos y palpamos en los músculos?

Se palpan como almendras o bolitas bastante duras. Son la superposición de dos músculos que han realizado ese acto (el de superponerse) para lograr un movimiento, y luego no se han estirado y no han vuelto a estar separados. O sea, no han llegado a estar otra vez sin superposición. Quedan enredados allí, y hay que tomar una serie de medidas para desbloquear o desanudar. Debemos activar el flujo sanguíneo en la zona.

Las medidas que se deben tomar:

Esas medidas comienzan con la activación de los mismos músculos que están atrapados en la superposición o nudo.

Por lo tanto, en el Quaini Method hay una serie de ejercicios que sirven para activar y estirar todos los músculos implicados. Esos movimientos o ejercicios también te servirán para comenzar a corregir la postura no solo del cuello , sino de otras partes de la espalda. Aunque en principio tú ni te enteres. Los beneficios de una buena postura son muy amplios.

Esa activación, ya sea tratada desde la danza, como danza y postura, un ejercicio de expresión, o el movimiento específico para ese grupo muscular, al principio se debe hacer de forma guiada. Toma un tiempo acostumbrarse a tensar y relajar, a hacerlo manteniendo una postura correcta, un concepto de postura y salud, y, sobre todo, hacerlo.

Nada en este campo es ese tipo de producto de “una misma receta para todos” o “talla única”. Aunque hay reglas generales, se trata en principio de aprender a hacerlo con tu cuerpo, al cual tienes que conocer, o empezar a conocer.

He recibido a muchos bailarines con tensión en el cuello y nudos de cierta severidad. ¿Escuchaste el refrán que dice “en casa de herrero cuchillo de palo”? Pues nunca mejor aplicado.

Historia de una bailarina que parecía una muñeca de porcelana.

Susy, la bella Susy, era una joven bailarina muy entusiasmada con su práctica. Pero hacía un tiempo que se había comenzado a llenar de puntos dolorosos justamente en el cuello y trapecio. Fue al médico, tomo vitaminas que le recomendaron, se puso calor y frío para aumentar el flujo sanguíneo. Ya no sabía ni qué le hacía bien o mal.

Llego a verme , llorando. Su pelo largo y suelto, su nariz pequeña y sus ojos con el iris en la parte de arriba de lo blanco del ojo, sugerían una delicada muñequita de porcelana.

El baile era su ambición, su carrera, su obsesión. Pero con ese dolor ya no podía bailar.

En lugar de ponerla en una de nuestras sesiones de movimiento inteligente, la invite a ser parte de la clase que tenía el grupo que venía a desarrollo expresivo, o expresión en la danza.

En ese grupo imaginábamos y sentíamos. Desarrollábamos algo más allá de la inteligencia en el movimiento. El movimiento no era impuesto desde fuera, sino que nacía por la necesidad de dejar salir el sentimiento o de tocar y acariciar aquello que imaginábamos. No le dije nada. Solamente observé cómo, en lugar de estar pendiente de la técnica, se perdía en un océano casi desconocido y lo hacía con confianza absoluta.

Le gustó la clase y la forma de abordar la disciplina. Siguió viniendo. Le aconsejé que suspendiera sus clases de danza habituales por dos meses. Esos mismos dos meses que se concentró en sentir y alcanzar objetos que no existían.

A lo largo de dos meses me preguntó que era eso de Compañía de Danza Integrativa. Le dije que era una danza que integraba la mente, el corazón o “expresión en la danza”, la técnica depurada, la relajación, la interpretación y la creatividad. Que también llevaba a un alto nivel de autoconocimiento.

Cuando estuvo en condiciones de retomar sus clases de danza, estaba relajada y conocía su cuerpo como nunca lo había conocido antes. Lo respetaba, lo escuchaba. Y su cuerpo escuchaba a su corazón.

La creatividad nos abre un caudal enorme de percepción, habilidades comunicativas y cognitivas, y nos permite trascender barreras que, a veces y sin querer, nos impone el aprendizaje de la técnica de una disciplina artística.

 

 Este ejercicio, como muchos otros,             

hecho diariamente,                             

producirá una mejora importante                             

en tu zona cervical.

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QUAINI Method by Alicia Quaini
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